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Paula Jaramillo

La primera mujer a cargo de una mina en Chile: ”Lo que realmente te valida es tu opinión técnica”

Fuente: https://www.lun.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=2023-03-05&SupplementId=0&BodyID=0&PaginaId=4&r=w

Paulina Jaramillo, gerenta general de la mina El Soldado. Suena bien. De hecho es un logro histórico.
Desde enero esta ingeniera mecánica de la Universidad de Concepción no sólo es la primera mujer en Chile a cargo de una mina, también es la primera en la trans­nacional Anglo American, compañía mi­nera que opera más de 30 yacimientos de cobre, platino y hierro, entre otros minerales, en los cinco continentes. Ubicada a 125 kilómetros al norte de Santiago, en plena cordillera de El MeIón, región de Val paraíso, se trata de un yacimiento que produce más de 42 mil toneladas de cobre al año y que cuenta con l.080 trabajadores.

Todos bajo su mando. “Estoy aquí por mi esfuerzo y dedicación, siempre me he puesto metas y cuando las alcanzo, voy por otras. Al principio, fue pasar de ser ingeniero en entrenamiento a ingeniero de mantención, y de esa manera fui desarrollando mi carrera en esta industria”, dice con humildad. Penquista “hasta los huesos”, cuenta que la crianza igualitaria que le dieron sus padres influyó decisivamente en su carácter. Crecí entre muchos hombres, entre hermanos y primos, lo que luego me sirvió para tomar una de las decisiones más importantes de mi vida, que fue irme a los 23 años a trabajar al norte, a Escondida. Dejé todas mis redes de apoyo, porque mi familia apenas llegaba hasta Chi­llán”, dice entre risas.

Aunque recuerda sus primeros años en el rubro con cariño, también piensa en las muchas veces que tuvo que validarse en un mundo dominado por hombres. “Siendo honesta, las mujeres tene­mos presencia en la minería hace más de cuarenta años. El tema es por qué segui­mos preguntándonos por qué una mujer y no un hombre reflexiona Paulina.

-¿Cómo aporta a su cargo el he­cho de ser mujer?

Cuando me comprometo doy el 100% y creo que eso pasa más allá de si eres hombre o mujer, aunque nosotras como mujeres tenemos una perspectiva distinta de ver las cosas y eso aporta a la diversidad de pensamiento, a abordar las oportunidades con una mirada distinta. Lo importante es valorar a cada miembro del equipo, cada uno de ellos aporta a la diversidad en género, en edades, cultura; más allá de ser hombres o mujeres de distintas disciplinas. Hay que saber escu­char. A mí no me da miedo decir que no sé algo. Ahí hay que preguntar. Esa humanidad en los miembros de un equipo genera conocimiento.

-¿Recuerda algún momento ma­chista en particular? 

Hace muchos años un colega me dijo, “¿Pero para qué sigues aquí? ¡Búscate un marido, mejor, cásate!, las mujeres no hacen carrera en minería”. Y eso me hizo un clic. Nunca me propuse como meta llegar a la gerencia general de una operación minera, pero fue precisamen­te un comentario machista como ése el que me hizo preguntarme: “¿Y por qué no?”. Entonces se me desató un hambre de crecer, no de competir. De crecer.

– ¿Cómo se enfrenta al machismo hoy?

Tengo que confesar que por mi per­sonalidad es difícil que me digan algo machista. Pero en todos los casos, lo que realmente te valida es tu opinión técnica, porque en ese campo somos todos igua­les y en la parte humana también. Enton­ces, tenemos que tratarnos con respeto. Si eso no existe creo que es mejor salir de ahí y dejar esa conversación.

-¿Algún consejo para las nuevas ingenieras?

No solo para las ingenieras. Mujeres, no se pongan límites, a veces somos las primeras en asumir que hay un techo porque alguien lo dijo. No, ustedes pue­den ser lo que quieran ser. Muchas veces hablo con profesionales jóvenes y ya no sienten este techo. Ahí siempre recuerdo una frase: “controla tu destino antes de que él te ,controle a ti”.

En casa

En el plano familiar, Paulina Jaramillo cuenta que su vida tampoco es tan co­mún, porque cuenta con Reynaldo, su marido y “partner”, recalca con orgullo: “Como todas las mujeres que trabajan, muchas veces tengo que hacer malabares, porque mis hijos tienen ocho y diez años, aún son chicos, por eso contar con un gran compañero es fundamental para la familia”. Ahora el desafío será compatibilizar el trabajo en terreno de la ingeniera con lo que para ella es su prioridad: su familia. “los lunes y los miércoles, cuando tenemos las reuniones de seguridad, staff y mejoramiento de negocio, quiero estar acá en la operación. Y ahí hay que tratar de balancear: ver si me tengo que quedar un día o me tengo que quedar la semana completa, aunque sé que puedo estar tranquila porque está Reynaldo en casa, con toda ,nuestra red de apoyo”.

-¿Quiere decir que se han tomado en serio los cambios?

Por supuesto. Si hasta comodín telefónico tenemos con mi mamá, que viaja desde Concepción para estar con los niños.